A pesar de los esfuerzos ininterrumpidos, el incendio en El Bolsón sigue circunscripto pero bajo vigilancia permanente. Combatientes del SPLIF continúan en el terreno con tres móviles operativos, sumando el apoyo del Ejército y la Armada Argentina.
La situación sigue siendo crítica debido a los cambios climáticos. Si bien se espera un leve descenso de la temperatura a 23 grados y un aumento de la humedad al 25%, las ráfagas de viento de hasta 45 kilómetros por hora podrían complicar la tarea de los brigadistas.
Ante cualquier reactivación de las llamas, se mantiene operativa la flota de emergencia, que cuenta con un helicóptero y un avión hidrante listos para actuar en zonas de difícil acceso.
Mientras tanto, las brigadas refuerzan su trabajo en sectores clave, enfriando puntos calientes y controlando la guardia de cenizas. Los focos más preocupantes se ubican en las cercanías del río Raquel y el arroyo Teno, donde los equipos siguen atentos a posibles reactivaciones.
Incendio en El Bolsón: continúa la guardia de cenizas y el enfriamiento de puntos calientes
El viento: una amenaza para el control del fuego
El Comité de Emergencia Municipal (COEM) mantiene un operativo de control en toda la zona afectada y recuerda a la población que está prohibido hacer fuego al aire libre. Además, se solicita no circular en áreas comprometidas para evitar riesgos innecesarios.
Las condiciones climáticas podrían ofrecer algo de alivio. Para el sábado, hay pronóstico de lluvias aisladas, lo que podría favorecer la extinción total de los focos restantes. Sin embargo, los especialistas advierten que el viento sigue siendo un factor de riesgo y que el operativo de vigilancia continuará hasta que no haya peligro de reactivación.