En las últimas horas se registró un grave episodio de intento de homicidio, donde un hombre fue golpeado, arrojado a un pozo ciego y prendido fuego. La víctima se encuentra internada en grave estado. El caso ocurrió en Plottier, Neuquén, este jueves por la tarde, aunque se dio a conocer este sábado con la detención de dos personas.
El hombre logró salir del pozo y pidió ayuda, siendo axiliado inmediatamente por el personal policial, que lo trasladó hasta el hospital local.
Debido a la gravedad de sus heridas, fue trasladado al Hospital Castro Rendón de Neuquén, donde se encuentra internado en terapia intensiva.
«Tiene un 25 por ciento del cuerpo quemado, lesiones compatibles con la exposición al fuego en rostro, en miembros superiores e inferiores tipo A y AB, por lo que requirió intervención quirúrgica», especificó la fiscal en diálogo con Minuto Neuquén.
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EL CASO
La fiscal que lleva adelante la investigación, Lucrecia Sola, informó que el principal sospechoso habría actuado con su hijo menor de edad, quien quedó bajo la responsabilidad de la Unidad Fiscal de Delitos Juveniles.
La investigación estableció que la agresión comenzó cuando la víctima fue hasta la casa del imputado, donde mantuvieron una fuerte discusión por motivos que se intentan determinar.
La violencia escaló hasta que el agresor y su hijo golpearon ferozmente al hombre en la cabeza con un caño de gas. Posteriormente, los agresores lo arrastraron hasta el patio de la vivienda y lo arrojaron a un pozo ciego que luego rociaron con nafta y prendieron fuego.
Pese a la grave agresión, el hombre logró escapar del pozo y pidió ayuda. Minutos después, efectivos de la Policía local se acercaron al lugar y, debido a su delicado estado de salud, solicitaron su traslado de urgencia al hospital Castro Rendón de la capital provincial.
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La víctima tuvo que ser operada y se encuentra en estado crítico. En el parte médico brindado por el centro de salud, los especialistas informaron que tiene el 25% del cuerpo quemado en distintos grados, y además sufrió importantes heridas en la cara y en los miembros superiores e inferiores.
Luego del pedido de prisión preventiva por parte de la fiscalía, que argumentó un posible riesgo de fuga o el entorpecimiento de la investigación, el juez de garantías Marco Lúpica Cristo accedió a la solicitud.
El magistrado ordenó que el agresor permanezca detenido durante cuatro meses y que, en ese período, se investigue para sumar nuevas pruebas y testimonios al expediente.