El staff del Fondo Monetario Internacional (FMI) tuvo un primer contacto informal con el Directorio Ejecutivo para discutir el nuevo programa con Argentina. Se trata da un paso clave para la aprobación definitiva del nuevo acuerdo entre el organismo y el gobierno de Javier Milei.
La noticia llegó días después de que el DNU para avanzar en un nuevo entendimiento quedara blindado en el Congreso y mientras crecen las versiones sobre un posible cambio de esquema en ritmo de devaluación.
Es en ese escenario que el Gobierno espera poder anunciar el acuerdo antes de lo que estaba previsto originalmente, con el objetivo de calmar las tensiones en el mercado, con un Banco Central que no puede detener el drenaje de reservas y con los dólares alternativos con más volatilidad.
FMI: las negociaciones están «avanzadas» y el Gobierno espera anunciar el acuerdo antes de lo previsto
Luego de la reunión informal, desde el FMI señalaron que las negociaciones para concretar un acuerdo nuevo con la Argentina «se encuentran avanzadas».
Lo informó luego de una reunión entre el directorio del organismo y el staff técnico que lleva adelante las conversaciones con el gobierno argentino. «El equipo técnico del Fondo está manteniendo consultas con el Directorio Ejecutivo. Las conversaciones sobre un nuevo programa respaldado por el Fondo se encuentran avanzadas y en el marco de nuestros procesos internos habituales«, dijeron fuentes del organismo.
De esta manera, el Gobierno mantiene la esperanza de poder anunciar el nuevo acuerdo con el organismo lo antes posible. Días atrás, Luis Caputo aseguró que «va a haber un acuerdo en el primer cuatrimestre». «Nos pusimos de acuerdo con el programa económico«, dijo el ministro de Economía, que en un principio apuntaba a que el acuerdo con el Fondo sea anunciado en la próxima reunión de primavera del organismo, que se realiza en conjunto con el Banco Mundial, prevista para los días 23 a 25 de abril, en Washington.
Sin embargo, a partir de la sangría de reservas que viene sufriendo el Banco Central, y ante la necesidad de llevar calma al mercado en medio de la incertidumbre sobre lo que pasará con el dólar, Caputo espera que el anuncio del nuevo acuerdo pueda concretarse antes de esa fecha. No se descartaría, entonces, que sea en los primeros días de abril.
De hecho, pueden surgir nuevas noticias este jueves, cuando la vocera del FMI Julie Kozack, brinde su habitual conferencia desde Washington a las 11.30 de la mañana. En la última rueda de prensa, la funcionaria dijo que un «amplio apoyo social y político» al programa era clave, pero que era una decisión de las autoridades.
Una de las claves del nuevo acuerdo, y sobre lo que no trascendieron detalles, es el monto que involucrará el próximo programa de la Argentina con el FMI. Pero, sobre todo, el desembolso inicial que le permitirá un fortalecimiento de las reservas al Banco Central.
La segunda cuestión determinante será saber si el Fondo condicionará ese envío a la implementación de un nuevo esquema cambiario; diferente del que hasta aquí funcionó: un «crawling peg» del 1% mensual.
La pérdida de credibilidad de ese sistema, por parte del mercado, provocó una fuerte pérdida de reservas al BCRA: en los últimos siete días hábiles (hasta el último viernes), la autoridad monetaria se vio obligada a intervenir con ventas netas por u$s1.313 millones.
Se trata de una dinámica insostenible, con un Banco Central con reservas netas negativas en unos u$s6.000 millones.
Qué pasará con el dólar tras el acuerdo con el FMI
Qué ocurrirá con el ritmo de devaluación es una de las grandes incógnitas que tiene el mercado. Al respecto, fuentes cercanas al equipo económico dijeron a iProfesional que Javier Milei se niega a una devaluación, por más pequeña que sea. El desafío del Gobierno, entonces, será convencer al mercado de que puede mantenerse en un esquema cambiario sin perder reservas.
«Incluso si el FMI habilita un desembolso inicial importante, el mercado va a dudar de la viabilidad si no hay modificaciones en el esquema actual de una devaluación mensual del 1%», aseguró el analista de un banco internacional que pidió el anonimato.
«Si el tipo de cambio mayorista se mantiene en $1.070, los inversores van a interpretar que son los últimos dólares baratos y se los van a sacar rápido al Banco Central», agrega la fuente.
Este dólar de $1.070 se parece mucho al que tenía Sergio Massa en las postrimerías del gobierno anterior y que implicó una pérdida de reservas imposible de disimular.
En un contexto así, con un BCRA que en las últimas jornadas se vio obligado a vender tantos dólares y las tasas de interés se dispararon algunos interpretan que no hay demasiado margen y que Javier Milei tendrá que modificar la regla cambiaria.
Si el Gobierno condicionaba la salida del cepo a las elecciones de octubre, ese régimen podría modificarse ahora si el Fondo Monetario condiciona la ayuda.
Una de las variables a monitorear desde mañana es la tasa de interés en pesos. En el mercado de futuros, la tasa implícita para fines de abril quedó en el 70% anual. Estaba en el 20% anual antes de las turbulencias.
La otra cuestión es el tipo de cambio oficial: aun en el caso que haya un pequeño salto cambiario -de entre 10% y 15%- a cambio de la entrada de divisas, ese movimiento podría servir para estirar las cosas un tiempo.
Pero, otra vez, la cuestión es si habrá un nuevo esquema cambiario a partir del nuevo programa con el FMI. Y si esa eventual dinámica le permite al Gobierno sostener el proceso de desinflación.
En las últimas horas, funcionarios de primera línea del equipo económico tuvieron contacto con economistas. En todos los casos hubo una desmentida frontal de una posible devaluación.
El economista Ricardo Arriazu dijo en las últimas jornadas que su impresión era que el Gobierno implementaría un sistema de bandas cambiarias, que vendría a reemplazar el crawling peg del 1% mensual que rige por ahora.