La persistente deflación en China está sacudiendo el tablero económico global, afectando a países exportadores como Argentina y abriendo nuevas ventanas de negociación internacional.
Para hablar sobre este tema, Canal E se comunicó con el CEO de GFX, Diego Ruiz Díaz, quien comentó que, “cuatro meses de deflación, eso significa que la economía china no está creciendo”. Tras la pandemia, el gigante asiático enfrenta una desaceleración preocupante que ni los subsidios ni las políticas de estímulo han logrado revertir.
Esta deflación afecta especialmente a sectores estratégicos como la electrónica, los autos eléctricos y otros bienes de consumo, donde se libra una feroz guerra de precios a la baja. “Esto es algo bastante perjudicial porque comentamos que es el principal motor de la economía mundial”, afirmó.
El efecto dominó sobre los mercados internacionales
Ruiz Díaz destacó el doble filo de esta coyuntura: “Una baja de precios en el mercado chino generaría una baja de precios al consumidor en los mercados mundiales”, lo que podría favorecer a países importadores como Argentina en el corto plazo.
Sin embargo, advirtió que también existen riesgos: “Si el mercado chino se desacelera y el consumo baja, eso significa que hay menos consumo a nivel poblacional, lo que podría afectar a la Argentina”, en tanto uno de sus principales proveedores de granos y materias primas. Para el agro argentino, el escenario es más sombrío, dado que el debilitamiento de la demanda china podría recortar las exportaciones.
Tensiones con EE.UU.: ¿crisis u oportunidad?
La guerra comercial entre China y Estados Unidos añade presión al panorama. “Al haber una deflación y una bajada del precio de los productos chinos, y además un aumento de los aranceles de los productos americanos, acá los que se ven perjudicados serían los chinos”, explicó Ruiz Díaz.
El conflicto arancelario limita la capacidad de China de colocar productos en su mayor mercado externo, lo que a su vez puede generar oportunidades para países como Argentina. “Abre oportunidades para países como la Argentina, en donde podemos conseguir productos a más bajos precios, y quizá hasta colocar nuestros productos en países como el americano”, agregó.
Argentina: entre desafíos y oportunidades
Para Ruiz Díaz, este contexto internacional presenta una “baraja nueva” para economías emergentes. “La guerra arancelaria fomentó que los mercados emergentes como el nuestro estén mejor posicionados para negociar tarifas y acuerdos”, destacó, haciendo alusión a posibles nuevos vínculos con Estados Unidos y la Unión Europea.
No obstante, no todo es favorable. La apreciación del peso frente al dólar, según explicó, resta competitividad a las exportaciones. “Tenemos un peso mucho más similar al valor del dólar a nivel internacional, lo que nos saca competitividad a nivel internacional”, indicó.
El CEO de GFX concluyó que Argentina se encuentra en un “momento bisagra” tanto por el contexto global como por su situación interna. “Creo que es un momento de construir nuevas alianzas cuando estas dos potencias hoy en día se están enfrentando en conflicto”, sostuvo.