Estas son las licencias de conducir que serán dadas de baja luego de la nueva Ley de Tránsito.
La licencia de conducir es uno de los documentos más importantes con los que debe contar cada conductor a la hora de manejar. Este simple carnet, junto con la Verificación Técnica Vehicular (VTV) y el seguro, son comprobantes obligatorios para no sufrir consecuencia económicas severas.
Los requisitos necesarios para obtener la licencia de conducir
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Tras la nueva medida de la Ley de Tránsito, obtener la licencia constará de un proceso más riguroso.
En Argentina, las nuevas reglas para obtener o renovar el carnet de conducir varían según la edad. Por ejemplo, para quienes tienen entre 21 y 65 años, la licencia es válida por cinco años sin necesidad de renovación.
Entre los 65 y 70 años, la renovación debe hacerse cada tres años, y para mayores de 70, es obligatorio renovarla anualmente. En todos los casos, se requiere un certificado médico que avale las aptitudes psicofísicas, emitido por un profesional registrado en la Agencia Nacional de Seguridad Vial.
Además, es fundamental presentar el Documento Nacional de Identidad (DNI) con domicilio actualizado, la licencia anterior o una denuncia en caso de pérdida o robo, el Certificado de Legalidad si hubo cambio de domicilio y el comprobante de pago del Certificado Nacional de Antecedentes de Tránsito.
Los requisitos para renovar la licencia de conducir
Aunque para renovar el carnet de conducir solo se requiere presentar el certificado de aptitudes psicofísicas, quienes tengan infracciones graves deberán volver a rendir el examen teórico-práctico.
Además, según la nueva Ley de Tránsito, perderán la licencia en 2025 quienes no aprueben el examen médico obligatorio, las personas mayores de 70 años que no renueven su carnet anualmente y los conductores novatos que cometan faltas graves en sus primeros dos años.
El examen práctico para obtenerla
En 2025, el examen práctico para sacar la licencia será más riguroso y se dividirá en tres fases. Primero, se revisarán los documentos del vehículo y su estado mecánico y de seguridad.
Luego, en la segunda instancia, se pondrán a prueba las habilidades de manejo con maniobras como estacionar, retroceder y cambiar de marcha. Por último, se evaluará cómo el conductor se desempeña en el tránsito real, respetando las normas y señalizaciones de tránsito.
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