El invierno de 2007 avanzaba en Rawson pero nada hacía prever que el viernes 15 de junio quedaría grabado para siempre en la memoria colectiva de la ciudad. Ese mediodía, la rutina se rompió de golpe cuando una banda armada irrumpió en el Ministerio de Economía, desatando una balacera que terminó con la vida de dos policías pertenecientes a familias conocidas y queridas en la comunidad: Oscar Cruzado y Pablo Rearte.
La noticia corrió como un reguero de pólvora. El estruendo de los disparos se escuchó a varias cuadras y el pánico se apoderó de la zona céntrica, justo frente a la escuela N°20, donde decenas de chicos asistían a clases.
“Sentí un miedo que nunca había sentido. No sólo era periodista sino también era padre y esposo. No sabía si mi familia estaba a salvo porque vivo a una cuadra del lugar y mi esposa trabajaba en ese edificio”, recuerda Enrique Bastida quien llegó al lugar apenas minutos después del tiroteo.
Murieron cuatro personas, incluidos dos niños, en un voraz incendio en una casa de Neuquén
Una jornada terrible y devastadora que marcó a Chubut.
Jornada
Para Juan Emilio Villagrán, entonces bombero voluntario, la situación se presentó de manera inmediata cargada con dolor y violencia.
“Esa mañana temprano, lo saludé al policía Oscar Cruzado en el Banco del Chubut e intercambiamos unas palabras afectuosas porque yo conocía a su familia. Debo haber sido una de las últimas personas que lo vió con vida en aquella jornada«, reveló.
“Hacia el mediodía. fuimos a hacer un trámite desde Casa de Gobierno hasta el Ministerio de Economía pero nos encontramos todos los semáforos en rojo en el camino. Con el tiempo, pienso que esa demora nos pudo haber salvado la vida”, consideró.
Impactante accidente en la Ruta 3: una camioneta chocó contra un guanaco y sus ocupantes salieron ilesos
“Una vez que llegamos al Ministerio de Economía, nos sorprendió el silencio desolador que había. No entendíamos nada. Pero – a los pocos metros- observamos a los dos policías en el piso quienes habían recibido heridas de arma de fuego de absoluta gravedad”, relató.
“Con el paso del tiempo, entendimos que el silencio se debía a la gente que se había refugiado y tirado cuerpo a tierra dentro del Ministerio de Economía por el impacto de los disparos. De a poco, fueron asomándose”, detalló.
«De inmediato, por mis conocimientos como bombero, comencé a hacer RCP a los policías que tenían signos vitales a pesar de las terribles heridas que habían sufrido. Le pedí a mi compañero que lo llame a Daniel Ojeda que también es bombero y trabajaba en otro sector del Ministerio. Además, quería que le abran paso a la llegada de las ambulancias. A partir de ese momento, los tiempos se aceleraron y comenzó a llegar cada vez más gente. Es algo que no se olvida jamás”, precisó Villagrán con la emoción aún palpable en su voz.
Tragedia: hallaron sin vida a un hombre en la Patagonia y sospechan de una fuga de gas
El asalto fue ejecutado con precisión y con violencia despiadada. Los delincuentes no dudaron en disparar -con armas modernas de grueso calibre- para llevarse el dinero enfrentándose a los policías que intentaron resistir y proteger a los presentes.
Rearte y Cruzado, en un acto de valentía enorme, se interpusieron entre los atacantes y los civiles. El sacrificio de ambos salvó vidas pero les costó las propias.
“Ver a los efectivos en el suelo fue devastador. Sentí impotencia, tristeza y una rabia enorme. Todavía me vienen las imágenes de ese día que recuerdo minuto a minuto”, confesó Villagrán. El trabajo de los bomberos y el personal médico fue clave para evitar una tragedia aún mayor aunque el dolor por las pérdidas fue inconmensurable.
La llegada de la ambulancia fue un alivio pero también el inicio de una pesadilla que lo acompañaría durante años. “Después de ese día estuve una semana sin dormir. La experiencia te prepara pero cuando te toca con gente conocida, te golpea el doble», exclamó
«Si no arreglás, le arruinás la vida»: un abogado está acusado de pedir $ 6 millones para no denunciar un abuso
«Yo conocía a Cruzado de toda la vida, era vecino, había estudiado con su hija. Horas antes lo había saludado en el banco y -de repente- estaba luchando por su vida”, describió.
“¡ESTÁN A LOS TIROS ACÁ!”
Por su parte, el periodista Enrique Bastida salvó su vida en varias oportunidades durante aquella jornada.
Eran las 12:20 de ese día cuando Enrique Bastida, Director de FM Tropical, estacionó su auto en el mismo lugar donde pocos minutos después se iba a registrar un devastador enfrentamiento.
Sólo diez minutos lo separaron de convertirse en otra víctima del salvaje asalto al Ministerio de Economía de Rawson.
Con la naturalidad de quien repite una rutina, Bastida recuerda que ese día fue al ministerio —donde su esposa trabajaba hace 36 años— para hacer tiempo antes de buscar a su hijo de la escuela N° 167. Un gesto cotidiano que, sin saberlo, lo puso al borde de la muerte. «¿Y si me quedaba?», se preguntó en diálogo con ADNSUR.
Condenaron al ladrón perseguido por bailarines de folcore que estaban ya vestidos para su show
Pero decidió aprovechar el tiempo para hacer unos trámites en el Banco del Chubut relacionados con la radio.
En ese precisó momento, su esposa lo llamó y le contó «¡Están a los tiros acá!». Del otro lado, escuchó que el jefe le gritaba «¡Tírese al piso, Teresita!». Esa frase, grabada a fuego en su memoria, lo impulsó a correr hasta el lugar.
Ante esa llamada, dejó todo y voló hacia el ministerio por la calle 25 de Mayo. Mientras tanto, lo llamó a su hijo ‘Pepino’ Bastida quien ya estaba en su domicilio particular y le ordenó “No le abras a nadie”.
Al filo de la cornisa: Teresa Morán y Enrique Bastida también estuvieron en peligro en aquel día.
Impactante accidente en El Calafate: explotó una salamandra usada para calefacción y se incendió una casa
En el aire, el eco de las explosiones retumbaban en la cabeza de Quique ¿eran bombas de una protesta social o era algo más grave? No lo sabía en el momento y el viaje de esas pocas cuadras se volvió interminable por una incertidumbre que -con el paso del tiempo- mantiene su tensión. Recordarlo también conmueve pero es un sano ejercicio.
Al llegar, el escenario era infernal: casquillos de balas 9 mm. esparcidos, cargadores vacíos, trabajadores del ministerio en shock.
Aunque su instinto lo llevaba a abrazar a Teresa —que salió ilesa pero traumatizada— su deber fue contar la noticia. Con la profesionalidad que lo define, narró en vivo para FM Tropical el caos: la captura de uno de los asaltantes —que erró el camino y fue detenido frente a la Escuela 20—, la sangre en las paredes, el dolor de una ciudad que nunca olvidará esa tarde.
Dejaron en libertad a la mamá del bebé hallado sin vida en un basural de Perito Moreno
Por desconocer la zona, uno de los delincuentes huyó en una dirección equivocada y fue detenido por el personal de la División Motos de la Policía del Chubut a los pocos metros.
Jornada
«Por diez minutos salvé mi vida», reconoce hoy Bastida. Ese fue el tiempo en el que fue al Banco, recibió la llamada y volvió a toda velocidad. Con la serenidad que ofrece el paso del tiempo, esa demora lo alejó de una línea de fuego terrible donde era difícil sobrevivir.
En su relato, rescata a los protagonistas de aquel día: en primer lugar, a los dos policías que fallecieron, a los servidores públicos que hicieron todo lo posible para que la tragedia se incrementara, los vecinos que ayudaron y a sus compañeros de la radio de aquel momento como Alberto Viegas y Marisa Palleres que se pusieron al hombro una transmisión en vivo de plena intensidad con una ciudadanía que atropellaba las llamadas sin parar.
Misterio en Chubut: la búsqueda de Emanuel Centeno que terminó en tragedia y un dato clave de la autopsia
Todavía eran épocas analógicas, había pocos celulares y las redes sociales no estaban masificadas como en la actualidad. «Fue algo que nunca habíamos visto», subrayó.
Pasaron 18 años, todavía eran épocas analógicas, no había tantos celulares ni las redes sociales estaban desarrolladas como ahora. Pero toda la comunidad se volcó a ayudar con lo que tuvo a su alcance. Fueron días de un vértigo total.
Jornada
«Yo cubría el hecho en vivo con mi auto recorriendo la ciudad, siguiendo a la policía con el corazón en la mano. Nunca me había tocado informar sobre algo tan cercano y tan doloroso. Grabé testimonios, tomé fotos pero por dentro estaba destrozado. Pensaba en mi familia, en los chicos de la escuela, en el miedo que se respiraba en el aire”, expresó Bastida.
Asaltó a tres menores, estuvo cuatro meses prófugo y fue detenido mientras cometía otro robo
Aquel día, la tragedia no terminó con el asalto. “Fue como un estado de sitio, mi hijo no podía dormir, todos estábamos sugestionados”, recordó.
La psicosis colectiva se extendió durante días alimentada por la incertidumbre y la sensación que la muerte había impactado de lleno a la comunidad.
La cobertura de FM Tropical fue reconocida por la comunidad pero también criticada por el poder político que temía que la exposición mediática entorpeciera la investigación. Bastida, sin embargo, nunca dudó de su deber: “Nos criticaron pero la gente necesitaba saber. Nuestra cobertura ayudó a prevenir, a resguardar y a aportar datos clave para la captura de los delincuentes”.
DESTINO COMÚN
El destino, una vez más, jugó su papel. “Si alguno de los semáforos hubiera estado en verde, quizás llegábamos en medio del tiroteo. No sé qué hubiera pasado. Dios sabe por qué pasan las cosas”, reflexionó Villagrán.
Conmoción en Neuquén: encontraron muerta a la adolescente de 14 años desaparecida hace dos días
El azar lo salvó pero también lo puso en el lugar justo para ayudar, para ser testigo y protagonista de uno de los episodios más tristes de la historia reciente de Rawson.
El caso marcó un antes y un después en la vida de Enrique Bastida y en el periodismo de Rawson. “Esa tarde, mi esposa y yo corrimos mucho riesgo«, aseguró. “Pero más allá del miedo, quedó la certeza que – en los peores momentos – el periodismo tiene que reforzar su servicio a la comunidad».
Desde 1879 hasta junio del 2025, 46 funcionarios de la Policía del Chubut perdieron la vida en cumplimiento del deber y en actos de servicio.
Hoy, a casi dos décadas de aquel día, Juan Emilio Villagrán sigue recordando con emoción y respeto a los caídos. “Ser bombero es convivir con la línea fina entre la vida y la muerte. A veces, sólo te queda agradecer por haber estado ahí para ayudar aunque el dolor nunca se vaya del todo.”
Desapareció una adolescente de 17 años en Santa Cruz y es buscada por toda la policía
Su historia es la de un servidor publico que hoy es funcionario en la Municipalidad de Rawson marcado por el destino y por el coraje de no mirar hacia otro lado cuando la tragedia se le presentó frente a sus ojos de manera precipitada.
En sus lugares y separados a pocos metros, Bastida y Villagrán estuvieron a la altura de las circunstancias con los recursos que tenían a mano.
Rawson vivió una tragedia devastadora que enluta a las familias Cruzado y Rearte. A ellos, el máximo reconocimiento y honor eterno. Que sus vidas contribuyan a prepararnos para todos los escenarios porque la dinámica de la época actual no anticipa los desastres sólo se presenta con su peor cara.