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Hallan sin vida a un estibador en un descampado de la zona sur

El cadáver fue divisado en la tarde del jueves por una mujer que circulaba en bicicleta por la banquina de la ruta Nacional 3, en cercanías de la rotonda que enlaza el camino que lleva de Caleta Olivia al puerto Caleta Paula.

En principio, cuando se halló el cuerpo alrededor de las 17:30, se creía que se trataba de una persona en situación de calle, pero alrededor de las 20 se hicieron presentes trabadores portuarios quienes lo identificaron como Aldo Marcial Muñoz, de alrededor de 50 años. El hombre era oriundo de Rawson, pero residía en Caleta Olivia desde hace varios años, ganándose la vida con changas temporarias en la estiba y también como filetero.

Antes de ello, la policía había dado inmediata intervención al personal médico del Hospital Zonal, quien confirmó el deceso de la víctima, sin poder establecer las causas dado que el cuerpo no presenta signos de violencia

La noticia conmovió a la comunidad, pero también generó malestar entre los trabajadores portuarios, quienes desmintieron las versiones que indicaban que la víctima se encontrara en situación de calle.

“No era un indigente. Era un laburante, de esos que siempre buscaban una changa para ganarse el mango sin pedirle nada a nadie”, expresó Alejandro Manrique, referente del gremio de los estibadores, en declaraciones formuladas al portal digital InfoCaleta

Manrique precisó que Muñoz había llegado desde Rawson hace varios años y que frecuentaba el Centro de Contratación del puerto local, donde compartía mates y trabajos con los demás obreros temporarios, por lo cual algunas veces se ganaba changas en la estiba.

Dijo además que la familia del occiso no podía hacerse cargo del traslado del cuerpo, por lo cual los propios trabajadores del puerto se movilizaron para garantizar un entierro digno.

“Hablamos con la municipalidad y conseguimos el cajón. Agradecemos que nos hayan dado una mano. Muñoz era reservado, le gustaba estar tranquilo. Pero nunca le faltó un plato de comida, ni un mate, ni alguien con quien charlar. Tenía un lugar donde dormir, un amigo con quien compartía techo y trabajo. No es justo que se diga que era un indigente”, insistió Manrique.

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