La demanda de pasajes ha caído significativamente, llevando a empresas como Andesmar a reportar una ocupación promedio de apenas el 60%, sin necesidad de sumar refuerzos en sus servicios.
Roberto Flores, encargado local de Andesmar, expresó a Radio 3 su preocupación por el «movimiento muy moderado» de pasajeros, una tendencia que, asegura, viene de temporadas anteriores pero ahora se ha vuelto más notoria. «Está todo muy tranquilo, demasiado tranquilo», comentó.
Flores señaló que uno de los principales factores que inciden en esta baja es la creciente competencia del transporte aéreo. «Hay muchas tarifas que son bajas, y eso influye. Son 18 horas en colectivo contra dos de avión, y si la diferencia de precio no es tan grande, la gente lo piensa», explicó, evidenciando un cambio en la preferencia de los viajeros.
La falta de refuerzos, habituales en épocas de mayor demanda, es otro indicador de la situación. «El verano fue tranquilo. Podías sacar pasaje el mismo día a cualquier parte del país sin problema. Antes tenías que venir con 15 días de anticipación», ejemplificó Flores, marcando el contraste con años anteriores.
El único segmento que mantiene un flujo constante de pasajeros, según Flores, son los estudiantes y sus familias, que continúan utilizando el colectivo para destinos como Bahía Blanca, Viedma o Córdoba. «Es un movimiento cotidiano, no turístico. Más bien familiar», precisó.
La situación actual del transporte de larga distancia en Madryn refleja una adaptación del sector a nuevas realidades del mercado y los hábitos de consumo de los viajeros.