Amalia Granata rompió el silencio tras el reencuentro de su hija Uma con el Ogro Fabbiani, un momento que llegó después de cinco años de distanciamiento. Lejos de generar controversias, la diputada expresó su deseo de que este acercamiento no sea un hecho aislado, sino el inicio de una relación más cercana entre padre e hija.
“Espero que esto se repita, que puedan compartir más momentos juntos y que no quede solo en una foto”, manifestó con optimismo, en la mesa de Intrusos.
Durante su participación en el programa de América, Granata explicó que todas las decisiones relacionadas con la relación entre Uma y su padre siempre fueron tomadas por la propia joven. Según detalló, el reencuentro no fue improvisado, sino el resultado de un proceso de reflexión y diálogo dentro del entorno familiar.
“Yo siempre respeté sus tiempos y sus elecciones porque es una mujer y debe tener la libertad de decidir con quién quiere vincularse”, sostuvo, dejando en claro que su rol fue de acompañamiento y contención.
Cuando le preguntaron cómo se dio este acercamiento entre Uma y su padre, Amalia explicó que tanto ella como su esposo, Leonardo Squarzon, siempre alentaron a su hija a reconstruir el vínculo con Fabbiani. Según contó, desde hace tiempo venían hablándole sobre la importancia de mantener una buena relación.
Y acompañándola en el proceso para que ella tomara la decisión en su propio tiempo. «Siempre le insistimos en que nunca es tarde para recomponer los lazos familiares», contó.
EL ESPERADO REENCUENTRO DE UMA Y SU PAPA
Amalia Granata explicó que el conflicto entre Uma y su padre es un tema personal entre ellos, cuyo origen ella conoce en detalle. Según la diputada, hubo un desencuentro puntual que llevó a su hija a tomar la decisión de distanciarse en su momento, pero con el tiempo la situación se fue complicando aún más.
«Son charlas entre ellos dos. Yo sé por qué fue la pelea, cuál es el enojo puntual por el que ella decidió cortar la relación en ese momento. Y después se fue agravando la situación”, expresó.
Sin entrar en demasiados detalles sobre la pelea, la modelo remarcó que, pese a todo, muchas veces termina siendo señalada como la responsable de la mala relación: “Fue una pelea con ella personal, pero siempre la mala de la película soy yo. Y Uma hace 17 años que vive conmigo».
«O sea, si vos querés componer algo, no le podés hablar mal de la persona que la está criando”, sostuvo con firmeza. “A ella nunca se le ocultó nada, jamás se le habló mal del padre. Al contrario, ella de grande decidió alejarse del padre”, indicó.
Para cerrar, Amalia reflexionó sobre la importancia de la aceptación y cómo ha intentado transmitirle ese mensaje a su hija. Según explicó, mientras que las amistades y las parejas se eligen, los padres son parte de la vida de cada uno sin que haya una elección de por medio. Por eso, Uma debía aceptar a su padre tal como era según su madre.
Además, destacó que cada persona tiene su propia manera de demostrar afecto. En el caso de Fabbiani, su crianza estuvo marcada por la ausencia de su padre, quien falleció cuando él era apenas un niño, y por el esfuerzo de su madre, que trabajó para sostener a la familia.