A un año y cuatro meses del derrumbe del edificio ubicado en el barrio LU4, una de las vecinas damnificadas denunció el grave deterioro de su departamento por una invasión de palomas que afectó seriamente la salubridad del lugar. A pesar de una reciente inspección del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), aún no hay certezas sobre el inicio de las obras ni sobre el retorno de las seis familias evacuadas.
Elsa Faulbaum, una de las residentes perjudicadas, describió la situación crítica que atraviesa desde que las aves comenzaron a ingresar a su vivienda. “La última vez que pudimos entrar al departamento, vi que se rompió una ventana y el balcón había quedado sin red de protección. Por ahí comenzaron a entrar las palomas”, explicó.
El interior del departamento quedó completamente afectado: “Todas mis cosas están arruinadas. No hay nada que se pueda salvar”, lamentó.
Este miércoles, personal del SENASA se presentó en el lugar para realizar una inspección. “Vinieron a ver por qué razón han muerto palomas”, señaló Faulbaum, quien advirtió que el foco de suciedad compromete la totalidad del edificio. “Si hay un departamento afectado, lo estamos todos porque es una línea de departamentos en vertical. Con toda esa mugre, el riesgo sanitario es para todos”.
Desde el derrumbe ocurrido el 23 de febrero de 2024, las familias esperan respuestas. “Hasta ahora no tenemos nada concreto. No hay un día para comenzar con la obra ni una fecha para volver a nuestras casas”, expresó con preocupación.
Actualmente, Faulbaum vive en un departamento alquilado frente al edificio, compartido con su hija, estudiante. Sin embargo, la situación económica se volvió insostenible: “Cobré 660 mil pesos con el aguinaldo y pago un alquiler de 500 mil. Desde que me fui de mi casa, esto es tremendo. Así no se puede”, concluyó.